A CONVERSATION WITH
KORAL ANTOLÍN
Entre hilos, texturas y composiciones que despiertan los sentidos, se encuentra Koral Antolín, una artista multidisciplinar afincada en Madrid. Su vínculo con el arte textil surge de la necesidad de explorar lo táctil, lo manual y lo experimental, encontrando en la fibra un lenguaje propio con el que dar forma a emociones y espacios.
Desde nuestra admiración por su obra y su manera de transmitir, hablamos con Koral para descubrir su visión única del arte y adentrarnos en unos procesos artesanales tan inspiradores como inconfundibles.
Koral con el anillo La Vila plata y la pulsera Naxos Ónix.
¿Cómo ha sido tu trayectoria profesional hasta convertirte en artista y crear Studio fi?
Mi trayectoria empezó en distintos campos creativos: trabajé como actriz, fotógrafa, diseñadora, directora de arte, en publicidad, como curator de artesanía y en creación de contenido. Todo ese camino me dio muchas herramientas y aprendizajes, pero sentía la necesidad de canalizarlos en un proyecto más artístico y personal. Ahí es donde surge mi vínculo con el textil: un medio que me permitía experimentar, crear desde lo manual y, sobre todo, reconectar con mi formación en Bellas Artes, donde me especialicé en dibujo y grabado. La línea siempre ha sido el eje central de mi trabajo y mi motor, y al trabajar con fibras encontré la manera de darle volumen, textura y un lenguaje más táctil.
Creo que siempre tuve dentro esa parte de artista, aunque durante mucho tiempo sentía que no encajaba en el mercado del arte. Sin embargo, ahora me encuentro en mi lugar: desarrollando mi obra personal como Koral Antolín y, a la vez, produciendo obras textiles en serie para hoteles y proyectos arquitectónicos desde mi propio estudio. Es un equilibrio que me permite mantener una práctica experimental por un lado, a la par que atiendo encargos de mayor escala y proyectos específicos.
Por otro lado, me encantaría seguir viviendo de esto, creciendo poco a poco, consiguiendo más coleccionistas que apuesten por mi obra y realizando un par de obras en directo cada año. También quiero continuar desarrollando las series textiles que suelo realizar para hoteles.
¿Qué valores guían este proyecto?
En cuanto a los valores, diría que lo que me guía ahora es la idea de disfrutar del proceso. En trabajos anteriores estaba muy enfocada en el resultado. Hoy busco justo lo contrario: vivir cada fase con calma y encontrar satisfacción en el día a día. Amar mi vida, ¡vaya!
Tu obra va más allá de lo visual, invitando a experimentar. Cuando inicias uno de tus trabajos ¿sueles comenzar por la forma y la materia y luego explorar la idea sensorial o es un camino más orgánico? ¿Cómo describirías tu proceso creativo?
Trabajo desde distintos puntos de partida. A veces son los propios materiales los que me inspiran, otras veces empiezo con garabatos y bocetos que voy puliendo hasta darles forma. En ocasiones es el lugar donde va a vivir la obra o una paleta de color concreta lo que marca el inicio. Pero lo más habitual es que todo arranque en el boceto: dibujo varias composiciones, y a partir de ahí experimento con materiales para que esa idea cobre vida.
En tus tapices se aprecia una conexión con el arte tradicional, pero al mismo tiempo se sienten muy contemporáneos. ¿Cómo encuentras el equilibrio entre ambos estilos?
Siempre me han fascinado las técnicas y los procesos. Desde pequeña tenía la costumbre de deshacer objetos para ver cómo estaban hechos: accesorios de cuero, bordados, piezas decorativas… Me cautiva entender cómo se construye algo, y esa curiosidad me acompaña hasta hoy.
El textil me resulta apasionante porque permite jugar con muchísimas técnicas distintas, y eso me mantiene en constante investigación. Sin embargo, cuando compongo necesito que las piezas respiren: que sean minimalistas, delicadas, elegantes. Hay siempre un vínculo con el dibujo, con esa vibración que surge de la línea, pero llevado a un plano matérico y contemporáneo.
¿Qué nuevas posibilidades de creación y comunicación te gustaría explorar desde tu nuevo estudio en Malasaña?
El estudio es, ante todo, mi refugio creativo. Es el lugar donde desarrollo mis series artísticas, pero también quiero que sea un espacio para encuentros, para eventos, para colaboraciones fotográficas.
También me resulta perfecto para crear contenido, algo que siempre me ha apasionado por mi relación con lo escenográfico y lo cinematográfico. Es mi manera de aportar al mundo visual, aunque reconozco que a veces me siento saturada con todo el ruido visual que hay hoy en día. Aun así, quiero que este espacio sea un punto de conexión con mi universo artístico de una forma más cercana y experiencial.
¿Cómo imaginas la evolución de tu proyecto en el futuro y qué caminos artísticos quieres materializar a través de él?
Me encantaría seguir viviendo de esto, creciendo poco a poco, consiguiendo más coleccionistas que apuesten por mi obra y realizando un par de obras en directo cada año. También quiero continuar desarrollando series textiles por encargo a través de Studio fi.
No tengo grandes aspiraciones más allá de eso: lo importante para mí es seguir disfrutando del proceso y poder sostener una vida ligada al arte.
¿Cómo definirías tu estilo de vida? y ¿qué rituales te ayudan a conectar con tu lado más artístico y personal?
Mi estilo de vida es una mezcla de creatividad y realidad cotidiana. Hay días en los que estoy muy concentrada, dibujando o experimentando con materiales, y otros en los que simplemente me dedico a estar con mi peque, ir a buscarle al cole o pasar tiempo en el parque. Todo eso forma parte de mi rutina y también me nutre como persona. No siempre estoy en modo creativo, y eso está bien: hay momentos de concentración y momentos de dispersión, y ambos son válidos, … aunque a veces me frustre no estar “activa” ¡jajaja!
¿Qué te inspira en el día a día?
Me inspiran muchas cosas: el diseño, la arquitectura, el color, la naturaleza, las imágenes, la fotografía… Son estímulos que voy recopilando y que, de manera consciente o inconsciente, se filtran en mi trabajo.
¿Qué representa para ti una joya?
Para mí, una joya es un objeto que combina diseño, textura y detalle, y que al mismo tiempo puedes relacionar con recuerdos o momentos especiales
¿Tienes alguna que sea especial por lo que simboliza o te recuerda?
Sí, algunas piezas me acompañan porque están ligadas a momentos importantes o personas queridas. No es solo su valor material, sino la historia que llevan consigo: me recuerdan decisiones, recuerdos familiares o etapas creativas, convirtiéndose casi en talismanes personales.
Si YOLIÉ fuera...
Tus favoritas de YOLIÉ:
Si tuviera que quedarme con unas serían los anillos Ifach en oro y plata, La Villa en plata y Bol Nou en plata. De pulsera sin duda la Naxos Ónix y de pendientes los Altea Nácar y los Altea Ónix.
Las joyas favoritas de Koral Antolín
-
ANILLO IFACH ORO
Precio habitual €125,00Precio habitualPrecio unitario porPrecio de oferta €125,00 -
ANILLO IFACH PLATA
Precio habitual €95,00Precio habitualPrecio unitario porPrecio de oferta €95,00 -
ANILLO LA VILA PLATA
Precio habitual €120,00Precio habitualPrecio unitario porPrecio de oferta €120,00 -
ANILLO BOL NOU PLATA
Precio habitual €140,00Precio habitualPrecio unitario porPrecio de oferta €140,00 -
PENDIENTES ALTEA ÓNIX
Precio habitual €55,00Precio habitualPrecio unitario porPrecio de oferta €55,00 -
PENDIENTES ALTEA NÁCAR
Precio habitual €55,00Precio habitualPrecio unitario porPrecio de oferta €55,00